Uno de los mayores retos
en la formación en la materia de evaluación es la elaboración de las rúbricas. Llegados
a ese momento, reflexionamos acerca de cuáles son los aspectos necesarios a
tener en cuenta cuando nos enfrentamos a tal tarea.
Personalmente, creo que lo
más práctico es tener unos puntos claves, claros y esquemáticos, que seguir y
cumplir a la hora de elaborar o valorar una rúbrica:
Redactar descriptores en positivo
De primeras parece una
instrucción fácil, pero no lo es cuando te embarcas en la tarea de redacción de
descriptores de las rúbricas. Es muy difícil, sobre todo, cuando tratas con las
secciones en las que determinas lo que está por debajo del nivel. Una ayuda
puede ser emplear expresiones como: carece
de, falta de, omisión de…
Empezar por los descriptores de excelencia en el nivel e ir bajando
Es solo un consejo, idea
o manera de abordar la elaboración de rúbricas, pero considero que es útil. Una
vez se redactan los descriptores que marcan cuándo el alumno puede obtener la
mayor puntuación, se trata de ir tomando estos como referencia e ir bajando el
nivel de exigencia para cada apartado hasta llegar a obtener los descriptores
que marcan que la tarea no es evaluable.
Incluir siempre descriptores que puedas justificar con las tareas
Hay que ser realistas e
incluir siempre descriptores que, una vez tengas que aplicarlos a la tarea que
han realizado los estudiantes, puedas aplicarlos sin dificultades. No hay que incluir
en la rúbrica nada que después no vayas a poder ver en el trabajo de los
estudiantes pues entonces, fallarás en la tarea de evaluación. Todo aquello que
se redacte en la rúbrica ha de poder verse en la tarea objeto de evaluación.
Un ejemplo
Me gustaría incluir aquí
un ejemplo de rúbrica para la evaluación de la expresión escrita que elaboré en
el marco de la asignatura de Evaluación para la enseñanza de E/LE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario